Mi sobrina «adoptiva» Laura ha venido a pasar la tarde conmigo. Y como es una cocinillas estupenda y hace un calor que te asas, hemos decidido preparar un riquísimo helado de té verde. Lo hemos realizado con té Sencha, pero puedes utilizar cualquier variedad o mezcla de té verde. ¿Imaginas cómo sabría uno con mezcla de caramelo y vainilla? ¿o de jazmín? ¿o de mandarina?
Necesitamos estos ingredientes:
200 ml de leche, dos yemas de huevo, dos cucharadas de azúcar, 200 ml de nata líquida para montar, 100 ml de agua y dos cucharadas de té verde (aunque puedes aumentarla en función de la intensidad de sabor que quieras dar al helado)
Lo primero es llevar la leche a ebullición, pero sin que llegue a hervir. Y mientras tanto bates las yemas de huevo con el azúcar. Puedes ir preparando el té entre tanto.
En algunas recetas de este helado te dirán que viertas la leche sobre las yemas y el azúcar removiendo constantemente, que vuelvas a echarla en el cazo y la pongas de nuevo al fuego, sin dejar de remover. Nosotras nos hemos saltado este paso y hemos mezclado las yemas y el azúcar con la leche directamente en el fuego. No hemos dejado de remover, eso sí, hasta que ha espesado, que no lleva mucho tiempo: unos cuatro o cinco minutos. Retíralo y deja enfriar. Ve montando ligeramente la nata mientras tanto; nosotras la hemos montado a mano y ha quedado fantástica.
Ahora, sobre la crema de huevo y leche fría viertes el té. E incorporas la nata montada. Prueba el resultado por si tienes que corregir de azúcar (si has hecho, como nosotras, una infusión de 30 gr. de té, p.ej. porque la queríamos con mucho sabor a té)
Se pone en un recipiente para el congelador y se deja durante dos horas. Pasado este tiempo, bates la mezcla con un tenedor para romper los cristales de hielo que se están formando (la última foto) Vuelves a meterla en el congelador otras dos horas, y vuelves a batirla. Ahora ya es el momento de dejarla toda la noche hasta que se solidifique con textura de helado. ¡Y ya está listo para disfrutar!
La próxima vez prueba con té verde Matcha, lo echas directamente en la leche y consigues un sabor mucho más potente.
A mi también me gusta hacerlo con Chai, infusionado directamente en la leche.
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¡Qué bueno! Lo probaré, sí. Y te contaré 🙂 A Laura y a mí nos encanta preparar postres, así que no nos costará nada hacerlo 😀
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