Dicen que se acabó el verano ahora que agosto ha llegado a su fin. Desde luego no lo parece, aunque sea cierto que he visto ya algunos árboles disfrazándose de otoño. No lo parece en las temperaturas, digo, porque los días se están acortando ya, ¿lo notáis? Amanece más tarde (cuando me despierto, todavía es de noche ahora) y anochece antes (el último paseo con mis perros ya lo hacemos de noche) El calor, de todas maneras, sigue siendo alto; aunque eso no haya ayudado a mis tomates a crecer en la pequeña huerta que hemos creado en la terraza. Con la ilusión que había puesto en ellos.
Que siga este calorazo a mí me parece estupendo, qué queréis que os diga. Aunque en general lo llevo bastante mal y siempre estoy con mi botellita de agua y mi abanico en el bolso calle arriba calle abajo, estas temperaturas me gustan porque me permiten beber dos de mis bebidas favoritas: té frío y limonada. Especialmente, la limonada con menta. Ahora, además, suelo añadirles tomillo. ¿Por qué?
Es sabido de todos que el limón contiene mucha vitamina C y antioxidantes. Es, precisamente, ser fuente de esta vitamina lo que provocó que muchos barcos lo llevasen en sus bodegas para prevenir enfermedades como el escorbuto. Ahora deberíamos tomarlo para mejorar la salud de nuestro cabello o nuestras uñas; nuestra circulación, pues ayuda a prevenir varices; mejora nuestra salud visual también y es útil en dietas de adelgazamiento. La menta, por otro lado, también es fuente de vitaminas C y A, además de que sus propiedades antisépticas ayudan a mejorar el aliento (¿sabías que antes era habitual morder hojas de menta para esto?); además es un buen aliado a la hora de bajar la temperatura corporal. El tomillo, como los otros dos ingredientes de esta deliciosa bebida, tiene vitamina C, B1 y B·; es tónico y ayuda a mantener la energía mental y corporal; es muy útil para prevenir resfriados y catarros y moderar la tos; tiene hierro, propiedades antibióticas, y contiene también flavonoides como la narigenina, que ayudan a la circulación.
Pero lo mejor de todo es que su sabor es delicioso. Está buenísimo.
Ah, y las moras, ahora que es su momento. ¿A qué tienen una pinta estupenda? Pues también son una fuente increíble de vitaminas C y A, además de contener potasio. Pero lo mejor de ellas es mancharse los dedos con su jugo, ¿no os parece?
De cualquier manera, como todo, no es bueno su abuso. Ten todo esto en cuenta si estás embarazada o eres madre lactante, o si padeces alguna enfermedad que requiera una especial vigilancia médica. Y aunque no es el caso de esta rica bebida para tomar en verano, recuerda que no se debe prolongar la toma de cualquier elemento medicinal, sea natural o no.