Dice Kakuro Okakura, en su tratado El libro del té, que los practicantes del teísmo son unos «aristócratas del gusto». El «gusto», para él, consiste en la simplicidad: «el bienestar consiste más en la sencillez que en la complicación de los dispendios». Ser amante del té, pues, lleva a valorar lo sencillo, lo que se hace con amor, lo que se regala pensando con el corazón.
Siendo así, no debería ser difícil encontrar algo que pueda gustar a un teísta estas Navidades, ¿verdad? Pero, si estás falto de ideas, o si las que te propuse en la entrada anterior no te han convencido, aquí tienes alguna más.
Aunque parece ser que este invierno no va a ser muy frío, eso, creo yo, depende de cada uno. En Zaragoza, p.ej., como sople el cierzo, ya puede ser un invierno de temperaturas de 20º, que hará frío. Y como el calor se va por la cabeza, y el frío entra también por ella, ¿qué mejor que un gorro en forma de tetera como este que puedes encontrar en www.uncommongoods.com?
Ya hemos dicho en más de una ocasión que, en ocasiones, es necesario indicar al mundo que ha llegado nuestro momento de descanso del mundanal ruido y poder tomar nuestro té. Y vosotros, mundo, también queréis saberlo. Un cartel como este de http://www.lovefromrosie.co.uk es perfecto para ambos, ¿no creéis? Puedes comprarlo aquí.
Puede que no sea el caso, pero normalmente a los amantes del té nos gusta cocinar. Si no habitualmente, sí en ocasiones especiales nos hace ilusión ser el cocinitas de la casa. O al menos, nos gusta practicar el rico arte de la repostería (yo llevo toda la semana probando recetas de galletas, no os digo más). Cuadernos de notas, libros de cocina… Pero ¿qué tal una caja de recetas como las de antes? Aquí tenéis todos los modelos que podéis encontrar en http://www.cookbookpeople.com, pero a mí me ha gustado esta especialmente (y ahí lo dejo)
Aunque no se obtiene de la Camelia Sinensis, puedes encontrar un aceite esencial llamado «del árbol del té». El árbol del té es originario de Australia, y recibe este nombre porque la gente de James Cook, explorador que reclamó la costa oeste de Australia para Inglaterra, utilizó las hojas de este árbol como sustituto de las hojas de té. Es un fantástico desinfectante y puede servir para aromatizar tu casa, además de muchos otros usos. A nosotros nos gustan los remedios naturales, la medicina tradicional y los aromas naturales. Puedes comprar aceite esencial del árbol del té en muchos lugares; aquí, p.ej.
Si nos preguntasen qué haríamos si tuviésemos el tiempo y el dinero para hacerlo, seguro que una de nuestros deseos sería viajar. Pero para hacerlo necesitamos un globo terráqueo que hacer girar para pararlo con los ojos cerrados y escoger un lugar cualquiera al que irnos. Estas bolas del mundo pintadas a mano y con frases motivadores me parecen, simplemente, preciosas. ¿Y a vosotros? Puedes comprarlas aquí.
¡Buena suerte con la elección, Reyes Magos!