¡La primavera está llegando!
¡Yuju!
Pero… un momento… Con ella llegan también las alergias primaverales. Y si eres alguien que la padece me entenderás: adoras esta estación y al mismo tiempo la odias, ¿verdad? O al menos, eso me sucede a mí. La primavera es mi estación favorita, sin duda. Mucho más que el verano, del que adoro tener tantas horas de luz. Pero la primavera es la explosión de las flores y representa, por eso, el despertar de la vida. Pero los picores en la nariz, el moquillo que cae, las toses que aparecen de repente, el picor de ojos, el lagrimeo permanente, esa sensación de mareo que te sacude de vez en cuando, la falta de aliento, el ahogo y, en casos más graves, el asma… todo eso es tremendamente molesto. Y la polución no ayuda, ¿verdad?, a que mejoremos.
Existen algunos pequeños hábitos que, si podemos, debemos adquirir para mejorar, como, p.ej., no salir a hacer ejercicio a las horas en las que la concentración del polen es mayor: entre las 5 y las 10 de la mañana, y las 7 y las 10 de la tarde; o no abrir las ventanas a esas mismas horas (lo mejor es ventilar la casa por la tarde). No se debería dejar de acudir al médico, desde luego, para que nos realicen las pruebas necesarias para conocer a qué somos alérgicos y así recibir la medicación adecuada, y estaría bien tener la suerte de encontrar un doctor que crea en que existe la astenia primaveral.
Pero además de la medicación que debes tomar para mejorar los síntomas, puedes ayudar a tu cuerpo con algunos remedios naturales que te ayudarán a reducir el malestar. Aquí tienes algunos:
EQUINÁCEA
Lo primero que deberíamos explicar de la equinácea es que no se puede tomar con cafeína, y sí, recuerda, la teína es cafeína. La equinácea reduce la tos y la sinusitis asociadas al resfriado y a las alergias, pero puede perjudicarte si tienes asma; por eso es muy importante que no la tomes si te cuesta respirar debido a la alergia. Puedes tomarla en infusión y hasta cinco tazas al día; de cualquier manera, si vas a hacerlo de forma prolongada, reduce significativamente esta cantidad: dos tazas serán suficientes.
REGALIZ
Es uno de los condimentos más antiguos, y su uso en golosinas es bien conocido por todos, ¿verdad? Pero además posee muchas propiedades medicinales. Su componente más característico es la glicirricina, que es fluidificante y antiinflamatorio por lo que es muy útil para la rinitis alérgica. Puedes tomar la raíz en infusión, pero no lo tomes si tienes hipertensión, problemas renales o hepáticos. Y como con todos los demás remedios naturales de los que hablamos, no lo tomes de manera continuada durante muchas semanas.
ALOE VERA
Además de su uso más conocido, el de mejora de las afecciones de la piel, el aloe vera también es un buen antihistamínico. Su uso en spray descongestiona la nariz y es estupendo para mejorar la rinitis alérgica.
GROSELLERO NEGRO
Sus hojas inhiben la liberación de histamina por parte de los mastocitos; es esta liberación la que provoca el aumento del moco, la tos, el carraspeo y otros síntomas de la alergia. Puedes prepararte infusiones y tomar dos o tres tazas al día; o puedes tomar un preparado (jarabe, jugo…) con extracto de sus hojas, una cucharadita tres veces al día. Recuerda: sus hojas, no sus frutos; las grosellas negras son potentes diuréticos y mejorar los problemas venosos, como las varices, pero no tienen propiedades antihistamínicas.
CÚRCUMA
La cúrcuma se conoce más como especia, responsable del aroma del curry, y como antiinflamatorio en la medicina tradicional. Pero también bloquea la inmunoglobulina E, que causa la rinitis y la dermatitis, p.ej. La parte de la cúrcuma que se utiliza es el rizoma o el tallo subterráneo, y puedes preparar maceraciones de 10 gr en 200 cc de agua, que llevas a ebullición, viertes sobre el rizoma y dejas macerar durante 2 h.; deberás tomarla antes de las comidas, tres veces al día. Pero también puedes utilizar el extracto de cúrcuma.
TÉ VERDE
Algunos flavonoides del té verde, la quercetina concretamente, ayudan a inhibir la liberación de histamina, de la que ya hemos hablado. Y como buenos amantes del té que somos, este es el mejor remedio que hemos encontrado, ¿o no?
Y, por cierto, el rooibos también es antihistamínico, y además, a diferencia del té verde, al no contener teína, podéis dárselo a los niños.
ORTIGA
La ortiga también contiene quercetina. Bloquea la histamina y frena la mucosidad y los ataques de tos. En este caso, si no quieres tomarla en cápsulas o en jugo, lo que debes preparar es una decocción de 5 minutos y 5 gr. de hojas secas por taza.
EUFRASIA
La eufrasia, de la que prometo hablar más detenidamente sobre el origen de su nombre en otra entrada, es utilísima para mejorar los síntomas oculares de la alergia: el lagrimeo, los ojos rojos… Para aplicarla en compresas, hierve durante 10 minutos 200 gr en medio litro de agua; moja la compresa y aplícala caliente (pero que no te queme). Puedes hacer baños oculares también; en este caso, mezcla 30 gr de eufrasia con 10 gr de llantén (otra buenísima planta antialérgica); deja en infusión 15 minutos y fíltralo para hacer el baño.
Pero antes de probar cualquiera de estas plantas como remedios naturales para mejorar los síntomas, recordad que puede suceder que seais alérgicos a ellas. Así que lo recomendable, siempre, es que consultéis con vuestro alergólogo o vuestro médico de cabecera pues pueden estar contraindicadas.
Yo voy ahora mismito a prepararme un rooibos.